Memorias, formulas de transición: La justicia transicional y la construcción del tejido social en un análisis comparado
Resumen
La concreción de este equilibrio entre la negociación política de un conflicto armado y los derechos de las víctimas ha sido difícil en todos los procesos de paz que se han desarrollado en el mundo
desde la segunda mitad del siglo XX. Así lo demuestra Nathaly Rodríguez, historiadora y politóloga colombiana, en el estudio técnico realizado para Oxfam y Planeta Paz, denominado Memorias,
palimpsestos y fórmulas de transición. La justicia transicional y la construcción del tejido social en un
análisis comparado. De acuerdo con la autora y en consonancia con una clasificación reconocida en el
mundo académico, el Gobierno Nacional y las FARC-EP optaron por una fórmula de transición entre
la guerra y la paz que puede ser denominada como un perdón responsabilizante, como el de Sudáfrica, el cual pretende responder a los derechos de las víctimas y de la sociedad víctima, sin obstaculizar
la negociación política entre las partes en conflicto, cuando ninguna de las ellas ha logrado obtener
la victoria militar.
Este modelo difiere de las transiciones punitivas, en las cuales se impone la justicia de los vencedores, como en Núremberg, Ruanda y Yugoslavia, o de los perdones amnésicos, caracterizados
por amnistías e indultos generalizados, como sucedió en el proceso democrático español después de
la dictadura de Franco o en anteriores procesos de paz en Colombia. También se diferencia de los
perdones compensadores, que buscan infructuosamente suplir la falta de justicia con la construcción
parcial de la verdad, como lo ilustran los casos de Chile, después de la dictadura de Pinochet, o de
El Salvador. En el centro de cada una de estas transiciones hacia la paz está la lucha por la memoria
sobre las diversas manifestaciones de la violencia y la forma como transformaron la vida social de los
países que se vieron sometidas a ellas. Mediante un texto especialmente sensible y lúcido sobre las
dificultades para la construcción de la memoria, Nathaly Rodríguez nos ofrece su análisis sobre las
experiencias vividas en Sudáfrica, Irlanda del Norte y el Salvador.
Los acuerdos de paz sientan la base para que se dé una confluencia entre la memoria traumática,
la de las víctimas y la memoria colectiva, la de la sociedad víctima, como el único medio para que el
tejido social pueda ser construido de nuevo sobre cimientos pacíficos, anclados en la verdad social y
en las reparaciones posibles, y no sobre el terreno pantanoso de las retaliaciones y los odios heredados.